LAS CLASES SOCIALES
LAS CLASES SOCIALES
Las características que adquieren las diversas sociedades
dependen fundamentalmente de la forma en que se producen los bienes materiales.
Dentro del proceso de producción de bienes
materiales se establecen formas específicas en relación con los propietarios de
los medios de producción y los productores directos o trabajadores.
Hay diversos sistemas de producción. En el
sistema esclavista, el amo era el dueño de la tierra y otros medios de
producción, también era el dueño de los hombres que la trabajan, reclaman los
barcos y servían en sus casas. Eran considerados por el dueño como instrumentos
de trabajo, los obligaban a trabajar hasta donde sus fuerzas alcanzaran, solo
se les permitía descansar para reponer la energía gastada durante el trabajo.
En el sistema capitalista, los obreros, para poder vivir, necesitan ir a ofrecer su fuerza de trabajo a los capitalistas; estos les pagan un determinado salario y obtienen, gracias a este trabajo, grandes ganancias, que no van a parar a manos de los trabajadores, sino a manos de los industriales. Si los obreros reclaman, el patrón les dice: “De que se quejan, yo los contraté por cuarenta pesos al día; ¿acaso no es eso lo que les estoy pagando? Yo soy el dueño de esta fábrica, y si no les gustan las condiciones de trabajo, vayan a buscar trabajo a otra parte.” Pero como los obreros saben que donde vayan les dirán lo mismo, tienen que resignarse a trabajar para que el dueño de los medios de producción se enriquezca.
Sin embargo, la explotación no ha existido
siempre. En los pueblos primitivos, donde se produce apenas para sobrevivir, no
existe propiedad privada de los medios de producción: ellos pertenecen a toda
la comunidad y los frutos del trabajo de sus miembros se reparten entre todos
en forma igualitaria. En estos pueblos no existen relaciones de explotación,
sino relaciones de colaboración recíproca entre todos los miembros de la
sociedad.
La explotación no es, por lo tanto, algo
eterno, tiene un origen histórico bien determinado. Ella aparece cuando un
grupo de individuos de la sociedad logra concentrar en sus manos los medios de
producción fundamentales, despojando de ellos a la mayor parte de la población.
Y ella desaparecerá cuándo desaparezca la propiedad privada de los medios de
producción y éstos pasen a ser propiedad colectiva de todo el pueblo.
En todo proceso de trabajo se establecen, por
consiguiente, relaciones específicas entre los propietarios de los medios de
producción y los trabajadores o productores directos. Estas relaciones que se
establecen entre los hombres, determinadas por la relación de propiedad que
éstas tienen con los medios de producción, es lo que nosotros hemos llamado
relaciones sociales de producción.
Tenemos, en primer lugar, que “las clases son
grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan
en un sistema de producción social históricamente determinado”. Esto quiere
decir que forman una misma clase social personas que tienen un papel semejante
en la producción, y que este papel cambia en las distintas épocas históricas:
no siempre en la Historia han existido capitalistas y obreros; en épocas
anteriores existieron amos y esclavos, señores y siervos.
En segundo lugar, Lenin dice: “Por las
relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción
(relaciones que las leyes refrendan y formulan en gran parte).” Esto significa
que el papel que desempeñan los individuos en la producción depende de la
relación que ellas tienen con los medios de producción. Estas relaciones que se
dan en la práctica económica tienden a ser confirmadas a través del sistema
jurídico de la sociedad, lo que contribuye a asegurar su continua reproducción.
Los que tienen la propiedad sobre los medios de producción explotan a los
trabajadores que no son propietarios de ellos.
Lenin en su definición sintetiza lo que
llamaremos clases sociales: “Las clases sociales son grupos humanos, uno de los
cuales puede apropiarse el trabajo de otro por ocupar puestos diferentes en un
régimen determinado de economía social.
Está definición nos lleva a caracterizar las
clases como grupos de la sociedad que tienen contradicciones entre sí, ya que
las relaciones que se establecen entre ellos son relaciones de explotador a
explotado (uno se apropia el trabajo de otro)
Ahora bien, está definición que está basada en
las relaciones que los individuos tienen con los medios de producción
fundamentales, es muy distinta de la definición de clases sociales que hace la
burguesía.
Esta es una definición descriptiva que se
limita a señalar que existe individuos más ricos que otros y que mete en un
mismo saco a personas que tienen funciones e intereses muy diferentes dentro de
la sociedad: dentro de la clase media cabría desde el obrero que recibe
salarios altos hasta el industrial pequeño que a veces gana menos que un obrero
calificado, aunque se apropie del trabajo de otros obreros. Aquí también se
incluiría a un sector de las fuerzas armadas, a los profesores, a los
profesionales, sea que ejerzan libremente o como empleados, etc.
Como ya hemos visto, son los propietarios de
los medios de producción los que se apoderan de la mayor parte de las riquezas
que se producen, recibiendo, en cambio, los trabajadores una parte muy
insignificante de ellas. La forma en que se reparte el ingreso en un país
depende, por lo tanto, de la situación que tienen los diversos grupos en la
producción. Los terratenientes y los capitalistas reciben los ingresos más
altos porque son los propietarios de los principales medios de producción.
Estas relaciones de producción generan
intereses sociales antagónicos. Esto se expresa en una continua lucha entre
obreros y patrones, señores y siervos, amos y esclavos. El grupo dominante
lucha por reproducir constantemente las condiciones materiales y sociales que
le permiten continuar explotando a los trabajadores que carecen de medios de
producción. El grupo dominado lucha por destruir las condiciones de su
explotación. Esta lucha se da, como veremos más adelante en los distintos
niveles de la sociedad.
El proletariado o clase obrera: Una definición
de esta amplitud incluiría en el concepto de proletariado a todas las personas
que venden su fuerza de trabajo, sin diferenciar si quienes la compran lo hacen
para producir plusvalía o para conseguir determinados servicios particulares
(empleada doméstica, por ejemplo) o para la comunidad (empleados de Impuestos
Internos, por ejemplo).
Estos trabajadores son, por lo tanto,
intermediarios entre los obreros y los capitalistas y representan los intereses
del capital frente a los obreros. Al mismo tiempo que cumplen una función de
organización del proceso de producción, sirven de correa de transmisión de la
explotación capitalista. Esto es algo tan evidente para los obreros que, muchas
veces, sienten más odio contra estos trabajadores, a los que tienen todo el día
encima vigilando su trabajo, que contra el patrón que rara vez se aparece en la
industria.
Este grupo de trabajadores que no posee medios
de producción y vende su fuerza de trabajo por un salario, tiene un carácter
contradictorio. Por una parte, su trabajo es técnicamente necesario para
producir plusvalía y en ese sentido él es un explotado más del sistema
capitalista, pero, por otra parte, su trabajo está destinado a intensificar la
explotación de los trabajadores que le están subordinados y, de esta manera,
está cumpliendo un servicio directo al capitalista como tal. Es, por
consiguiente, explotado y explotador a la vez, y, en tal carácter, no puede ser
considerado ni como capitalista ni como obrero.
La pequeña burguesía: Estas relaciones de
producción esclavistas, serviles o de comunidad primitiva pueden subsistir
durante un largo tiempo junto a estas relaciones capitalistas. Este ha sido el
caso de algunas comunidades indígenas en ciertas zonas de América Latina, y fue
también el caso de las relaciones esclavistas que existieron en el Sur de
EE.UU., mientras en el Norte se desarrollaba la industria capitalista. Pero, a
medida que se consolidan las relaciones dominantes, las relaciones
precapitalistas subordinadas tienden a disolverse, a transformarse a su vez en
relaciones de producción capitalistas. Ahora bien, de la disolución de estás
relaciones surge una relación de producción específica: aquella que está
representada por los pequeños productores independientes que venden sus
productos en el mercado capitalista.
CLASES SOCIALES Y GRUPOS SOCIALES
Debemos aclarar que no todos los grupos que
existen en una sociedad se llaman clases sociales. Sólo se llaman clases
sociales los grupos de la sociedad ligados directamente al proceso de
producción de una sociedad.
Sin embargo, la actividad económica, siendo la
fundamental, no es la única actividad dentro de la sociedad. Ya hemos visto15
que la sociedad, además del nivel económico o infraestructura, está constituida
por otro nivel que descansa sobre el económico, pero que tiene su carácter
propio: la superestructura. Este nivel está formado por la región
jurídico-política (Estado, Derecho, etc.) y por la región ideológica (conjunto
de ideas y comportamientos sociales).
Pues bien, de la misma manera en que el nivel
económico funciona a través de grupos de la sociedad ligados a la producción,
el nivel de la superestructura funciona a través de grupos de la sociedad
ligados a los organismos del Estado, a los organismos transmisores de
ideología, etc. Estos grupos son los funcionarios del Estado o burocracia
estatal, fuerzas armadas y carabineros, jueces, profesores, empleados de la
salud, etc.
Los grupos sociales, en cambio, están
constituidos: por aquellos grupos de la sociedad que no están ligados
directamente a la producción de bienes materiales, sino que están al servicio
de instituciones de la superestructura (burocracia estatal, fuerzas armadas,
profesores, etc.), o de la infraestructura (peluqueros, lavanderas, empleadas
domésticas).
Si la forma en que los hombres producen los
bienes materiales es aquello en torno a lo cual se organiza toda sociedad, las
transformaciones de la sociedad deberán ser cambios de las formas de
producción. Y, por consecuencia, quienes dirijan estas transformaciones deberán
ser aquellos grupos que, por su papel en la producción, tienen determinados
proyectos de sociedad que ofrecer.
El capitalista tiene un proyecto de sociedad que ofrecer. Lo tiene también el proletariado. Pero ¿qué proyecto de sociedad puede ofrecer un empleado de la burocracia estatal o un intelectual o un supervisor, si no es aquel del capitalista o del obrero.
Harnecker, M. (1972). Clases sociales y lucha de clases . Clases sociales y lucha de clases: https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20111026110018/clases.pdf
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