CAPÍTULO VII
Procesos disociativos
Competencia: sucede que una cosa apetecida por
varios sujetos hay una cantidad insuficiente para satisfacer el deseo de todos.
Comprende tendencias disociativas inseparablemente conectadas con esfuerzos
similares de los sujetos involucrados. Son impersonales, los esfuerzos de cada
competidor no se dirigen a los otros, sino que hacia la persecución de la que
cosa que todos ellos aspiran.
Rivalidad: los competidores se conocen, orientan su conducta en lo que el otro hace o va a hacer y trata de ponerle trabas para prevalecer sobre él. En la rivalidad no existe respeto a las reglas.
Por victoria: Existe una parte derrotada.
Por compromiso: Suele suceder cuando las partes en disputa o conflicto, parecen igualmente fuertes.
Por decisión de tolerar: Un ejemplo claro es cuando se termina un conflicto religioso, una parte del grupo sigue conservando su fe en sus creencias, pero decide tolerar el punto de vista de la otra parte.
Por conciliación: Es cuando se llega a una disposición religiosa, se llega a este punto cuando se resuelven malos entendidos, malas opiniones, etc.
Por conversión: Consiste en que una de las partes del conflicto resulta persuadida de que estaba en un error, entonces deja a un lado su punto de vista y acepta el de la otra parte.
Estos dos procesos que hemos mencionado (competencia y rivalidad), son muy estrechas, en el sentido de que al momento de iniciar uno, fácilmente se puede llegar al segundo.
Oposición: conductas subjetivas de
disentimiento, inconformidad, antipatía, aversión, rencor, resentimiento, odio,
etc. Suele ir acompañado por una comprensión racional de su existencia y
fundamento.
Conflicto: choque directo, las partes tratan de
prevalecer una sobre de la otra.
- Conflicto
entre individuos.
- Conflicto
ente individuos y grupos.
- Conflicto
de grupos entre sí.
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